El TAU Cerámica es el nuevo y merecido campeón de la ACB. El equipo de Saphija se ha impuesto a un desconocido Barça en a final por un contundente 0-3, que deja clara la superioridad baskonista en esta serie.
Así, el TAU obtiene premio a la asiduidad con que se presenta en las finales ACB, claramente marcadas en los últimos años por los de Saphija, que consiguieron su segundo entorchado liguero.
Y es que los vitorianos no dieron ninguna opción a su rival, al que ganaron los dos partidos en el Palau con sorprendene comodidad.
Así, el TAU obtiene premio a la asiduidad con que se presenta en las finales ACB, claramente marcadas en los últimos años por los de Saphija, que consiguieron su segundo entorchado liguero.
Y es que los vitorianos no dieron ninguna opción a su rival, al que ganaron los dos partidos en el Palau con sorprendene comodidad.
El primero (64-75), fue un partido intenso que los baskonistas acabaron llevándose gracias a una gran primera parte y al rendimiento del brasileño Splitter, el pívot más dominador del momento, que acabó con 21 puntos. En los azulgrana destacó el turco Ilyasova, que llegó también a los 21 tantos. Los de Saphija se basaron en una gran defensa que finalmente dio sus frutos, dejando a los locales en sólo 64 puntos. Además, los hombres interiores del conjunto de Xavi Pascual tuvieron un partido gris, lo que facilitó la victoria de los visitantes.
En el segundo partido, que dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria, los vitorianos se impusieron por un ajustado 74-78 en un partido feo, aburrido, pero muy emocionante en los minuto finales. A pesar del resultado, el Barça fue todo el partido por debajo, y el TAU llegó a disfrutar de rentas de casi diez puntos. Sin embargo, los culés espabilaron en el último cuarto, y 'achucharon' a sus rivales hasta el último minuto. Los vitorianos disfrutaron de nuevo de la ayuda de Splitter, pero Rakocevic y, sin duda, Mickeal, fueron lo mejor de la noche. En el conjunto dirigido por Xavi Pascual, Ilyasova, ali igual que en el primer partido, y Grimau, líder indiscutible de este equipo, fueron los únicos que dieron la cara.
Por último, en el tercer partido, el TAU, gracias a una espectacular segunda parte, logró imponerse (76-61) por tercera vez consecutiva a unos culés que mantuvieron sus opciones hasta el último cuarto, pero que se han despedido de la final de una forma muy pobre: sin vencer ni un sólo partido con el factor cancha a favor. Además, los azulgrana ostentaban el título de favoritos en esta final, ya que en semifinales se deshicieron del gran aspirante, el DKV Joventut, por 0-2.
Destacaron, una vez más, Mickeal, que fue designado MVP de la final, Splitter y el tirador Rakocevic, que sobrepasó en los tres encuentros la barrera de los 12 puntos.
Así, el TAU conquista su segunda ACB y demuestra que el bloque es más importante que las individualidades. ¡ Enhorabuena, campeón !
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